CEIP SAN BERNARDO

Aquí tendrás acceso a antiguas entradas que por su importancia y calidad hemos decidido conservar para poder ser consultadas y releídas cuantas veces quieras.

Relatos de HALLOWEEN 2013

Para enviar tu relato utiliza el espacio que hay debajo, en «deja un comentario». Debes mandarlo antes del 31 de octubre. No olvides poner tu nombre y tu curso.

EL CASO DE LAS VENTANAS VOLADORAS

Aquella mañana el cuerpo de bomberos llegó al Colegio San Bernardo.
Era la última semana de septiembre y después de un par de horas de intenso trabajo, finalmente descartaron que existiese cualquier problema en las persianas de la clase de 5º B. El aula estaba recién acondicionada pero algo raro sucedía a diario en sus ventanas. A pesar de ello, según el informe de los técnicos, allí todo estaba en perfectas condiciones. Lo cierto es que, frecuentemente, ni maestros ni alumnos podían cerrar las ventanas, cosa que no pasaba en las demás clases:

– Señor director, aquí no hay nada extraño – certificó Diego, jefe del equipo de bomberos –. El mecanismo de las persianas y las lamas están en perfecto estado.

Sin embargo, fenómenos extraños seguían ocurriendo en 5º B. Al día siguiente, terminadas las clases, los encargados de cerrar las puertas oyeron un ruido, una especie de golpe de viento seco y cortante que sacudía las paredes, haciendo que las ventanas se movieran.
Era martes y Carlos había olvidado su libro de matemáticas. Volvió al cole, apenas 3 minutos después de las dos de la tarde, para pedirle las llaves al conserje. Jacinto ya no estaba y en el pasillo de la secretaría tampoco quedaba nadie, ni profesores ni alumnos. Todo estaba cerrado. Eso le resultó extraño, pero Carlos necesitaba el libro, así que buscó en el tablero de la conserjería y cogió por su cuenta el llavero de la clase. Estaba solo y él subió por las escaleras mientras percibía un silencio intenso. Atravesó el pasillo hasta que llegó a su clase. Al abrir la puerta vio sobre la mesa de su profesora una gran bola de cristal, redonda, brillante, completamente iluminada.

Lo más asombroso es que delante de ella, de pie y mirando por la ventana, encontró a una mujer joven, rubia, con una máscara en la cara. La mujer abría la boca, como hablando pero sin llegar a emitir ningún sonido. Sin embargo, Carlos leyó perfectamente en sus labios la palabra que pronunciaba: “vo – la – to – rium“. El alumno recordó ese nombre, le sonaba porque aparecía en un tema de Cono… era una salvia, la planta denominada semilla de los zombies voladores (volanopio o volatorium). Entonces, Carlos se quedó inmóvil, casi petrificado, hasta que aquella mujer giró su cabeza muy despacio y le miró a los ojos…

(Ahora te toca a tí, échale imaginación y sigue narrando con detalle lo que sucede)

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HALLOWEEN 2011

Vídeo de la obra de teatro en inglés, especial día de halloween, interpretada por nuestros alumn@s de 6º curso.

Foto de la muestra del concurso de calabazas del AMPA

¡Ya sabes, dale vueltas a tu imaginación y sorpréndenos!

(Para enviar tu escrito puedes utilizar el espacio que hay más abajo, poniendo antes una dirección de correo electrónico. Puedes mandarlo antes del 31 de octubre. No olvides poner tu nombre y tu curso.)

Tu relato puede ser el ganador. ¡Animo y suerte!

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LA SEÑORA

(La historia que os os contamos, dicen que ocurrió de verdad en nuestro  colegio hace ya muchos, muchos años. ¿Estás listo para escucharla? Pues ¡ahí va!)

Una mañana de otoño, en el colegio San Bernardo de la Estación de San Roque, los niños jugaban tranquilamente en el recreo cuando un alumno de 5º curso se dio cuenta de que había olvidado coger su bocadillo. Después de pedir permiso a su maestra para ir a la clase a recogerlo, el niño abrió la puerta y entró. Estaba tan concentrado en buscar dentro de la mochila que no se dio cuenta de que al fondo, sentada sobre una de las sillas del final, estaba lo que le pareció ser una anciana con el pelo blanco y mil arrugas en la cara que lo miraba seriamente y con mucha atención. Dicen que el susto que se llevó el niño fue tan grande que salió a todo correr de la clase, olvidándose incluso del bocadillo. Cuando llegó hasta donde se encontraba su seño, el corazón le latía con tanta fuerza que parecía un tambor y los vellos de los brazos y de la nuca se le habían puesto de punta. Por su cara pálida se deslizaban dos lagrimones de puro miedo mientras le contaba a la maestra, entre sollozos, lo que había visto en la clase. La maestra se puso muy seria y tras calmar a su alumno decidió llamar al conserje para investigar. Así que ambos fueron a la clase donde el niño decía que había visto a la señora y cuando estaban abriendo la puerta…

(AHORA TE TOCA A TI CONTINUARLA… )

Y Participa también con el AMPA en su

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Relatos de HALLOWEEN 2012

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LA CAJA DEL DIABLO

Desde la noche anterior llevaban en la barriada sin suministro eléctrico.
Así que aquella mañana los profesores informaron de la imposibilidad para utilizar cualquier aparato que necesitara electricidad. Ni la fotocopiadora, ni los ordenadores, ni tan siquiera las luces de las clases funcionarían. Según les habían comunicado, desde la compañía responsable del servicio, existía una “extraña incidencia” que implicaría el corte total de la línea durante al menos veinticuatro horas más. Al parecer sospechaban que algún pequeño roedor o incluso alguien, intencionadamente, hubiera cortado un cable de la red principal.

Durante la tarde los vecinos continuaron sin luz. Muchos se fueron al parque a pasear o a pasar el tiempo, hasta que llegase la noche. Javier y Lola, amigos de clase, también estaban jugando allí desde muy temprano. Sobre las ocho, cuando caía la noche y el frío amenazaba, pensaron en volver a sus casas. Caminando por la calle casi a oscuras, vieron luces en la biblioteca del colegio y en la clase de 6º. Se acercaron y lo vieron perfectamente: había luces encendidas, varias persianas medio levantadas y notaron una sensación intensa como si alguien rondara allí dentro.

Pero lo más extraño era la ventana abierta y bien iluminada de la esquina izquierda, donde el profesor tiene su mesa. Apoyada sobre ella había una gran caja destapada y al lado una sombra que no paraba de moverse. Justo en ese momento observaron a un hombre que salía apresuradamente de la cancela de entrada al colegio. Andaba deprisa, ligeramente cojeando y encorvado, la cabeza bajada y sosteniendo una gran bolsa de basura negra en una mano y en la otra una linterna.

Los dos amigos se miraron de manera cómplice y se dirigieron en silencio hacia la puerta que quedó entreabierta. Al fondo intuyeron inmóvil la figura del antiguo conserje Rafael. A tientas, en plena oscuridad de aquella noche gris de finales de octubre y bajo un escalofrío penetrante que les recorrió todo el cuerpo, Lola y Javier decidieron, atraídos por una fuerza superior, entrar en la escuela…

(Ahora te toca a tí, échale imaginación y sigue narrando con detalle lo que sucede)